Criterio Educativo

La tutoría y el bienestar socio emocional

El observatorio pone especial atención a la evolución de este servicio educativo inherente al currículo escolar. Salvo algunas pocas, la mayoría de universidades no la tienen institucionalizada. El observatorio serio inédito en este tema.

Hemos decidido hablar de tutoría y bienestar socioemocional porque lo socio emocional o socioafectivo es un aspecto fundamental como base del desarrollo cognitivo; ambos se retroalimentan entre sí. Durante la pandemia del COVID 19 los estudiantes han estado encerrados sin sociabilizar y teniendo vivencias muy difíciles entre la vida y la muerte, la enfermedad y la salud; por ello creemos que en la tutoría este aspecto debe ser protagónico. Pero no solo por eso, sino que además las reformas educativas en el mundo le están dando mucha importancia. El bienestar incluye la salud física, la salud mental y la salud social según la OMS. (OMS, 2004; Madrid, 2014) Por eso es natural que en las grandes reformas educativas (como en Corea del Sur y Finlandia) le estén dando mucha importancia a lo socio emocional. ¿Qué ha pasado y pasará con la tutoría en el Perú y algunos otros países?

El bienestar socio emocional según el PEN al 2036.El bienestar socio emocional es un propósito educativo fundamental del Proyecto Educativo Nacional al 2036. Este documento es una política de Estado; fue elaborado por el Consejo Nacional de Educación (CNE) y aprobado por Decreto Supremo N°009-2020. Cuatro son los propósitos del PEN al 2036 que sirven para organizar la acción en materia educativa en el país para el período comprendido entre la aprobación de esta actualización del PEN y el año 2036. Su intención es que, a través de ellos, dotemos de intencionalidades expresas, de igual nivel de importancia, a la acción de las personas, colectividades y a la propia operación de la política pública, de modo que converjan en asegurar los principios y valores democráticos, así como las finalidades de la educación peruana

Los actores y técnicas de la tutoría escolar.  Principalmente los tutores formales, los docentes, los auxiliares, los psicólogos escolares, los padres de familia, los auxiliares, etc. Las técnicas de la tutoría son: la escucha, el dialogo, la entrevista, la observación, la contención emocional, etc.

De la Tutoría escolar a la tutoría universitaria. Me pregunto: ¿Podemos aplicar la “tutoría escolar” a la educación superior y del pregrado de la formación universitaria? Creo que SÍ y en este observatorio con un seguimiento en la educación superior de menos a más podemos lograrlo.

Y  es que la tutoría en estos estudiantes -que son “adultos jóvenes”-  puede impactar no solo en su formación profesional sino también en mejorar los indicadores de permanencia y conclusión de los estudios de su carrera .

Muchos estudiantes en un ciclo sacan buenas calificaciones, pero en el siguiente puede ser que no. También hay alumnos que se retiran en pleno desarrollo del ciclo. Estos indicadores de los jóvenes del pregrado y de los institutos de E. Superior se pueden deber a múltiples causas personales, vocacionales, familiares, sociales, laborales, económicas y de otra índole. Muchas veces relacionadas con la estabilidad de la pareja, el aspecto habitacional, la pérdida del trabajo, el deterioro de la salud, etc. Ante estas situaciones: ¿No es conveniente un servicio de tutoría institucionalizado que los apoye? ¿Por qué no hacerle un seguimiento en nuestro observatorio? En este observatorio brindamos información sustantiva sobre este indicador.

Indicadores:

| Técnicas de la tutoría
  1. La observación

La observación es fundamental en el proceso de tutoría, ya que permite al tutor captar información sobre el comportamiento, emociones, habilidades sociales y académicas del estudiante. Esta técnica proporciona un entendimiento profundo sobre el alumno sin necesidad de intervención directa. A través de la observación discreta, el tutor puede identificar áreas de mejora, dificultades emocionales o problemas de convivencia.

Es importante que la observación se realice en un contexto natural, sin invadir la privacidad del estudiante, y que se mantenga de manera constante para detectar patrones de comportamiento y cambios a lo largo del tiempo.

  1. La escucha activa

La escucha activa es una de las técnicas más poderosas en tutoría, ya que implica una atención plena y empática por parte del tutor hacia el estudiante. Esta técnica no se limita a escuchar las palabras, sino que también se centra en comprender el mensaje emocional y subyacente. La escucha activa crea un espacio de confianza donde el estudiante puede sentirse comprendido y validado.

Es crucial que el tutor, además de escuchar, responda de manera reflexiva, mostrando interés genuino y utilizando gestos o expresiones que refuercen la conexión emocional. La escucha activa fomenta el desarrollo de una relación sólida, que es fundamental para el apoyo efectivo.

  1. El diálogo

El diálogo en tutoría se centra en una comunicación abierta y bidireccional entre el tutor y el estudiante. A través del diálogo, se pueden explorar problemas académicos, emocionales o sociales de forma profunda y significativa. Esta técnica promueve una mayor comprensión y solución de conflictos al permitir que ambas partes se expresen y busquen juntos alternativas y soluciones.

El diálogo debe ser respetuoso, honesto y empático. El tutor facilita un espacio donde el estudiante se sienta libre para compartir sus pensamientos y emociones, y de esta forma poder orientarlo adecuadamente.

  1. La entrevista

La entrevista es una técnica estructurada que permite al tutor obtener información directa del estudiante, sus padres o profesores. En la entrevista, se busca profundizar en aspectos como el rendimiento académico, el comportamiento, las dificultades sociales o emocionales, y las expectativas del alumno.

Las entrevistas deben llevarse a cabo en un ambiente tranquilo y sin presión, para que el estudiante se sienta cómodo para expresarse. Además, deben ser breves, enfocadas y claras, asegurando que se cubran los puntos más relevantes para entender mejor al estudiante y su situación.

  1. La contención emocional

La contención emocional se refiere a la habilidad del tutor para proporcionar apoyo emocional a los estudiantes que atraviesan momentos difíciles. Este acompañamiento implica un espacio donde el estudiante puede expresar libremente sus sentimientos y recibir apoyo sin ser juzgado. La contención emocional es fundamental para generar un vínculo de confianza y para ayudar al estudiante a gestionar sus emociones de manera saludable.

El tutor debe ser capaz de ofrecer un espacio seguro y afectivo, y, en algunos casos, enseñar al estudiante estrategias de regulación emocional para afrontar situaciones complicadas.

  1. La dinámica grupal

Las dinámicas grupales son actividades diseñadas para promover la interacción, colaboración y resolución de conflictos entre los estudiantes. Mediante juegos, discusiones o actividades grupales, los estudiantes desarrollan habilidades sociales, aprenden a trabajar en equipo y mejoran su capacidad para resolver problemas.

Este tipo de técnicas favorece la cohesión del grupo y puede ser útil para tratar problemas comunes como la falta de comunicación, la desconfianza o los conflictos dentro del aula. Además, permite al tutor observar la dinámica del grupo y detectar áreas de mejora.

  1. El acompañamiento individualizado

El acompañamiento individualizado es una de las estrategias clave en la tutoría. Esta técnica se basa en ofrecer al estudiante una atención personalizada, adaptada a sus necesidades específicas. El tutor establece objetivos y actividades que respondan a las características, intereses y dificultades de cada alumno, ayudando a mejorar sus habilidades académicas, sociales o emocionales.

Este tipo de intervención también incluye un seguimiento constante, asegurando que el estudiante esté recibiendo el apoyo necesario para lograr sus metas y superar sus obstáculos.

  1. Técnicas de resolución de conflictos

La resolución de conflictos es una habilidad esencial que el tutor debe promover en sus estudiantes. A través de técnicas como la negociación, el análisis de situaciones problemáticas y la mediación, el tutor enseña a los estudiantes a resolver sus desacuerdos de manera pacífica y constructiva.

El tutor puede guiar a los estudiantes en cómo expresar sus sentimientos, escuchar a los demás, encontrar puntos de acuerdo y trabajar en soluciones beneficiosas para todos los involucrados. Este enfoque promueve un ambiente de respeto y entendimiento mutuo, y mejora las relaciones dentro del aula.

  1. Juego de roles

El juego de roles es una técnica interactiva que permite a los estudiantes poner en práctica comportamientos o habilidades específicas en un contexto simulado. Esta técnica es útil para trabajar habilidades sociales, como la empatía, la comunicación, la toma de decisiones y la resolución de conflictos.

A través de situaciones hipotéticas o recreadas, los estudiantes tienen la oportunidad de experimentar diferentes perspectivas y roles, lo que les ayuda a comprender mejor las emociones y reacciones de los demás. Además, el juego de roles fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, mientras se desarrollan competencias clave para la vida diaria.

  1. El seguimiento continuo

El seguimiento continuo es una técnica que implica un monitoreo constante del progreso del estudiante, tanto en su rendimiento académico como en su bienestar emocional y social. Este proceso permite detectar posibles dificultades antes de que se conviertan en problemas mayores y asegurar que el estudiante recibe el apoyo adecuado en todo momento.

El seguimiento no solo se limita a una observación puntual, sino que involucra reuniones periódicas con el estudiante y sus padres, retroalimentación continua y ajustes en el plan de apoyo según sea necesario.

 

Técnicas de Relajación y Mindfulness:

El uso de técnicas de relajación, respiración y mindfulness ayuda a los estudiantes a manejar el estrés y mejorar su bienestar emocional. Son herramientas que los tutores pueden enseñar para que los estudiantes aprendan a gestionar su ansiedad y emociones.

Establecimiento de Metas:

Esta técnica ayuda a los estudiantes a fijar objetivos claros y alcanzables, tanto a nivel académico como personal. El tutor puede acompañar al estudiante en el proceso de establecer y evaluar sus metas, lo que refuerza la motivación y el sentido de logro.

Autoevaluaciones y Reflexión:

Las autoevaluaciones permiten a los estudiantes reflexionar sobre su propio progreso y sus fortalezas y áreas de mejora. Fomentan la autorresponsabilidad y la autonomía en el proceso de aprendizaje.

Con este conjunto de técnicas, el tutor tiene una variedad de herramientas para abordar las diversas necesidades de los estudiantes, desde sus dificultades académicas hasta sus emociones y relaciones sociales. La combinación de estas estrategias permite crear un entorno de apoyo integral, donde el estudiante puede desarrollarse de manera óptima tanto en el ámbito académico como en el personal.

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