La Ley General de Educación de 2003 (Ley N.º 28044) establece la descentralización y la autonomía institucional en varios de sus títulos y artículos. La descentralización y la autonomía institucional están contempladas principalmente en los siguientes artículos: Título II: Principios, fines y objetivos de la educación (Artículo 13 al 21) Y Título III: La gestión educativa (Artículo 22 al 39).
Indicadores:
La gestión educativa es un componente clave para el desarrollo de sistemas educativos eficaces y equitativos. En el Perú, el marco legal y normativo vigente, particularmente la Ley General de Educación de 2003 (Ley N°28044) establece un modelo de gestión descentralizado, en donde las funciones educativas se distribuyen entre el nivel central, regional, local e institucional. Se reconoce la importancia y la necesidad de fortalecer la autonomía institucional como medio para mejorar la calidad del servicio educativo. Además, impulsa la participación de la comunidad educativa en la toma de decisiones.
La Ley establece en el Artículo 13 que los principios de la educación deben considerar la descentralización de la gestión educativa, la cual se refiere a que las instituciones educativas deben tener autonomía pedagógica para tomar decisiones según sus contextos locales y necesidades específicas. Es importante tener en cuenta que “La descentralización de la gestión educativa permite que las instituciones educativas, en su ámbito, ejerzan con autonomía las funciones que les corresponden dentro de la política educativa nacional, especialmente en lo referido a la autonomía pedagógica”.
En los artículos 58 al 62 de la Ley General de Educación de 2003 (Ley N°28044), se definen las responsabilidades de los gobiernos regionales y locales en educación, incluyendo la planificación, la administración de recursos, y el monitorio de resultados. En los artículos 65 al 68, se reconoce la autonomía de las instituciones educativas públicas y privadas.
Asimismo, en la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales y Municipales (2002-2003) se refuerza la descentralización en educación, transfiriendo competencias educativas, administrativas y presupuestarias a gobiernos subnacionales, incluyendo la planificación, implementación de programas educativos y gestión de recursos humanos y financieros.
Por otro lado, el Proyecto Educativo Nacional (PEN) al 2036 plantea una visión de gestión educativa basada en la autonomía con responsabilidad, el fortalecimiento de capacidades de gestión en actores educativos locales y la articulación intergubernamental. Además, promueve un enfoque territorializado e inclusivo de la gestión educativa. Este documento de gestión aprobado por DS N°009-2020-MINEDU es de cumplimiento obligatorio de los órganos de gestión educativa descentralizada, teniendo en cuenta sus propósitos educativos y sus orientaciones estratégicas, sirve de base para que los órganos de gestión descentralizada, sobre todo a nivel regional se formulen los proyectos educativos regionales, que deben impactar en la gestión concreta y efectiva de la institución educativa como instancia principal del sistema educativo peruano.
Principios clave de la Gestión Educativa Descentralizada:
La autonomía institucional comprende tres dimensiones: pedagógica, institucional y administrativa. Implica que las instituciones educativas tengan mayor capacidad de decisión en el uso de recursos, diseño pedagógico, gestión docente, entre otros. Las instituciones educativas tienen facultades para desarrollar e implementar sus propios Proyectos Educativos Institucionales (PEI) alineados con políticas regionales y nacionales, así como para organizar su funcionamiento interno, en base a sus realidades y necesidades.
La autonomía implica obligaciones claras de resultados y transparencia en el uso de recursos, así como mecanismos eficaces de seguimiento y evaluación para garantizar la mejora continua y cumplimiento de metas educativas.
La descentralización exige que los equipos directivos y las UGEL cuenten con formación en liderazgo, planificación estratégica, gestión de recursos humanos y financieros.
La gestión educativa debe ser participativa, con la intervención de actores como los Consejos Educativos Institucionales (CONEI), asociaciones de padres de familia, gobiernos locales y la sociedad civil. La colaboración interinstitucional fortalece el vínculo entre escuela, comunidad y territorio.
Existe consenso en algunas observaciones a la gestión descentralizada de la educación que a continuación resumimos:
Desde este Observatorio, hacemos hincapié que el tema de la gestión educativa descentralizada merece un estudio evaluativo urgente, fundamentalmente en lo que se refiere a la burocratización del sector con excesiva normatividad burocrática que bloquea la autonomía educativa de las instituciones, especialmente de la educación básica.
Fuentes