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El ámbito tecnológico en la educación constituye un componente esencial para responder a las demandas del siglo XXI. La tecnología no solo transforma la manera en que los estudiantes acceden al conocimiento, sino también cómo aprenden, se comunican y resuelven problemas. Incorporar las tecnologías digitales en la escuela implica promover una enseñanza más dinámica, interactiva y conectada con el mundo actual.
El Currículo Nacional de la Educación Básica (MINEDU, 2016) incluye la competencia de «gestionar responsablemente el uso de tecnologías de la información » como parte del perfil de egreso de los estudiantes. Desde esta perspectiva, el uso de la tecnología en el aula no se limita a herramientas, sino que abarca el desarrollo de habilidades digitales, pensamiento computacional, ciudadanía digital y criterios éticos frente al uso de la información.
Desde la gestión educativa, el desarrollo del ámbito tecnológico requiere: infraestructura adecuada (conectividad, dispositivos, plataformas educativas); capacitación continua del personal docente en el uso pedagógico de la tecnología; integración curricular significativa de herramientas digitales en todas las áreas del conocimiento; y, supervisión y acompañamiento para garantizar un uso seguro, inclusivo y pedagógicamente pertinente.
El uso de tecnologías debe estar al servicio de una mejora real de los aprendizajes. Para lograrlo, la escuela debe organizarse de manera estratégica, con planificación, liderazgo pedagógico y políticas claras sobre el acceso y uso de las TIC. Los recursos digitales amplían las posibilidades educativas, pero su impacto positivo depende del contexto, la metodología y la preparación del docente.
Además, la UNESCO señala que el desarrollo de la competencia digital es clave para la equidad, la innovación y la preparación para el futuro del trabajo. Por ello, los sistemas educativos deben garantizar que todos los estudiantes, sin distinción, accedan a experiencias tecnológicas que fortalezcan su capacidad de aprender a lo largo de la vida.
El ámbito tecnológico debe estar presente en las decisiones de gestión institucional, como parte de una política educativa integral que articule tecnología, pedagogía y equidad. Una escuela que apuesta por la transformación digital, con sentido crítico y enfoque humano, prepara mejor a sus estudiantes para los retos sociales, laborales y culturales del presente y el futuro.
Ámbitos y recursos tecnológicos computarizados y digitales
Los recursos tecnológicos y digitales constituyen una parte esencial de la educación moderna, no solo por su capacidad para enriquecer el aprendizaje, sino también por su potencial para democratizar el acceso al conocimiento.
Fuentes